Yo quisiera en estas fiestas
armar un árbol dentro de mi corazón,
y en él colgar, en lugar de regalos,
los nombres de mis amigos y amigas;
los que viven lejos, los que viven cerca.
Los antiguos y los nuevos,
los que veo todos los días
y los que casi nunca veo,
los que siempre recuerdo
y los que a veces olvido,
con los que me río
y con los que a alguna vez peleo,,
aquellos que conozco mucho
y aquellos que un poco menos,
los que me enseñaron
y los que de mí aprendieron.
Un árbol de grandes raíces y ramas muy largas
para que los viejos y nuevos nombres,
estén siempre en perfecta unión.
Que dé agradable sombra,
para que esta amistad
permanezca siempre en nuestro corazón.
Modificación de una poesía de Mónica Blasco.
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